Para
entender el carácter de mi padre y su enigmática personalidad es preciso hacer
un recuento breve de la historia contemporánea de nuestra media isla, y nos
remontamos a 1869 cuando el presidente Grant acordó secretamente un proyecto de
anexión con el tirano Buenaventura Báez
provocando la airada protesta del general dominicano, Gregorio Luperón, quien
en una histórica carta tacho al presidente Grant de vil, pirata y ruin.
En
1905 se originó la doctrina de Monroe cuando el presidente Teodoro Roosevelt,
decidió que la Republica Dominicana era incapaz de cumplir sus compromisos
económicos internacionales y ocupo
militarmente la aduana hasta 1940.
En
1916 con la ya manoseada excusada de proteger la vida y bienes de los
norteamericanos, el presidente Wilson
envió miles de marines que ocuparon todo
el país hasta 1924 cuando entregaron el gobierno a manos del tirano Rafael Leónidas
Trujillo Molina
Trujillo
en el poder se autoproclamo, benefactor y padre de la patria nueva,
gobernándola como una finca privada,
hasta 1961 cuando fue ajusticiado.
Sus 31 años de gobierno son conocidos como; “La Era Trujillista y considerados como una de las dictaduras más sangrientas de América. Su gobierno se caracterizó por el
racismo y anticomunismo galopante que impuso la
represión a toda oposición a sus
ideas y el narcisismo compulsivo que
adornaba su personalidad. Las libertades civiles fueron
inexistentes y se cometieron constantes violaciones a los derechos humanos. Sumergió el país en un estado de
pánico donde las torturas
asesinatos y desapariciones las cárceles clandestinas que proliferaron para
estas prácticas.
En
abril de 1965 el presidente Johnson invadió y ocupo el país hasta 1966,
ahogando en sangre un legítimo movimiento popular por segunda vez, esta fue la
historia que marco la vida política de mi padre
En
1951 a sus 18 años fue llamado a prestar servicio militar obligatorio. Y en
1953 viajo por primera vez a Panamá a recibir instrucción en la escuela de las
Américas del ejército de los Estados Unidos en la base aérea de Albrook.
En
1956 volvió a Albrook y es en este viaje que conoce a la mujer que lo
acompañaría hasta el final de su vida, Judith Ospino Alzamora, joven panameña
hija de inmigrantes peruanos y colombianos, criada en el poblado de Gamboa
antigua zona del canal de Panama
De
esa unión nacimos sus cuatro hijos Ángel
Emel (fallecido), Bienvenido Rafael Martin, Lizeth Emilia y yo.
Fue
fiel creyente de sus ideales, lucho primero contra la tiranía trujillista, la
expedición del 14 de junio de 1959 a mi entender fue el inicio de la lucha, la
inmolación de los héroes de Constanza, Maimón y Estero hondo la
gesta que no logró su objetivo ya que la mayoría de los miembros fueron
apresados, torturados y asesinados por Trujillo muchos historiadores afirman
que este hecho marcó el principio del fin de la dictadura, que culmina con la
muerte del dictador, estos hechos abrieron los ojos de mi padre cuando
la frustración empezó a tomar cuerpo, otro de los detonantes fue el sangriento crimen
de las hermanas Mirabal; Patria, Minerva y María Teresa.
Después
llego la increíble la inesperada muerte de Trujillo, los de arriba se
organizaron y los de abajo empezaron a entrar en escena, eran los tiempos del
fundamento socialista
de Cuba,
el abortado gobierno Socialdemócrata del
profesor Juan Bosch y de allí surge un movimiento constitucionalista,
desencadenando los acontecimientos del
24 de abril de 1965, es importante
señalar que ese suceso no se vertebro con los métodos y las tácticas de las capas medias del antitrujillismo, que
había pasado a ser un revolucionarismo. No se hizo la revolución social que se
soñaba pero se logró una revolución individual, pero la frustración volvió a
caer sobre sus hombros.
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