“En
la casa blanca, desde su oficina oval el
presidente Lindón B Johnson, el mismo que vino a la toma de posesión del
presidente Bosch, estaba muy nervioso ya que la CIA le aseguraron que Santo
Domingo se convertiría en una nueva Cuba, motivo este que les obligo a emitir
un comunicado al mundo, donde aseguraba que la vida de los norteamericanos
estaba en riesgo:
(“he ordenado al
secretario de defensa disponer de las tropas que sean necesarias para
salvaguardar la vida de los norteamericanos que aún están en República
Dominicana, siguiendo mis instrucciones 400 marines han desembarcado ya”)
Concluyo diciendo el
comunicado del Presidente Johnson…
Esa noche la ciudad se
ilumino como si fuera medio día, eran las bengalas que facilitaron el trabajo
de la invasión. De esa época solo tengo recuerdos fugases que pasan por mi
memoria como un álbum de viejas fotografías, los tanques retumbando a su paso
por la avenida donde vivíamos, los soldados en los camiones de 2 ½ toneladas. y
una multitud de personas en mi casa que buscaban refugio pero sobre todo
solidaridad, mujeres y niños en su mayoría.
Según un diario de la época
para abastecer a las tropas norteamericanas, la fuerza aérea realizo la mayor operación de
transporte por aire desde el puente de Berlín en 1948. La operación berlinesa suministro 4,337
toneladas diarias y el promedio de la
operación dominicana fue de 4,200 que abarcaba desde impermeables o capotes,
hasta leche en polvo y hasta una banda de música.
La noche del 28 de
abril desembargaron 400 marines de
infantería, una semana después el total de las tropas invasoras era de 42,413, soldados e infantes
de marina, frente al malecón se apostaron 37 buques de guerra. Esta agresión fue apoyada por la
Organización de Estados Americanos (O.E.A.) quienes el 6 de mayo, enviaron 250,
soldados de Honduras, 158 de Nicaragua 20 policías civiles de Costa Rica y varios
centenares de Brasil, llamados irónicamente, Fuerza Interamericana de Paz
(F.I.P) por sus siglas, para ampliar mis
conocimientos, sobre la misión que debía cumplir la F.I.P. en Santo Domingo,
consulte las memorias de la ONU y el sostenimiento de la paz, documento este
que me señala que la operación se denomina DOM. REP. Y abarco desde mayo de
1965 hasta octubre de 1966, Tenían como
misión observar la situación de la guerra civil que se había desencadenado en
la isla e informar al alto comisionado, sobre violaciones al cese del fuego
entre las dos autoridades de facto. Esta
misión tuvo un costo de doscientos setenta y cinco mil ochocientos treinta y un
dólares ($275,831).
Sin embargo la realidad
que me expresaron varios militantes constitucionalistas en sus testimonios
me aseguraron que la FIP ayudo a las
tropas norteamericanas a asaltar ciudad nueva,balance final de 4 mil dominicanos muertos
entre ellos 112 asesinatos en la vía pública, miles de heridos, lisiados
decenas de mujeres violadas aun menores de edad y un sin número de huérfanos de
guerra entre ellos Carlos Hernández Pepen un compañero mío de estudios, cuyo
padre fue asesinado en la llamada operación limpieza (un operativo que se
encargaba de exterminar globo de población acusados de comunistas) a la madre
de Carlos le privaron de recibir el cadáver de su esposo para darle un entierro
digno por estar acusado de ser comunista, ella crio sola a sus cinco hijos.
Todos estos abusos bajo
la consigna que aun retumba en la memoria de los dominicanos “vinieron a salvar
vidas”
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