La historia no es más
que la comprensión del pasado de hecho muchas veces producen diferencias entre
los actores de la misma por esa razón esta obra plasma mayor énfasis en los
procesos y las causas que en los hechos aislados tratando de buscar una
conexión cronológica entre sí.
Está basado en los
relatos de mi padre combatiente
constitucionalista de abril del 65, Bienvenido López Belén oficial de la
aviación dominicana, en cierta ocasión cuando iniciaba la primeras páginas de
esta obra un amigo me sugirió dejar que mi padre se llevara sus recuerdos y
secretos a la tumba, pero habían demasiado acontecimientos históricos que
rodearon su vida y su enigmática personalidad que merecen ser contados,
compartidos. Este libro de hecho es producto de exilio y quiero hacer eco en
las palabras del poeta dominicano don Pedro Mir, durante una entrevista cuando
dijo que todo cuanto salía de su pluma era producto del exilio y que todo
cuanto escriba es una condensación de esta dura experiencia que arrastra el
destierro. El uruguayo, Mario Benedetti
lo describe de la siguiente manera, “Obligatorio
o voluntario, el exilio representa siempre
una exclusión, sin embargo el exiliado voluntario deja tras de sí una
puerta abierta cuyo límite puede atravesar cuantas veces quisiera, en tanto que
el exiliado político deja tras de sí un muro inaccesible” y el sentimiento
es igual tengas 90 o 9 años, nosotros sabíamos que éramos exiliados y sabíamos
que no tendríamos la oportunidad de volver al menos no pronto, pero mi padre,
nos crio sin resentimiento sin rencores. En Miami encontró una canción titulada
exilio, y su estribillo decía como algo asi “exilo
espera sincera por todas las cosas del cercano ayer, exilio es frio en el alma
al no ver la tierra que nos vio nacer, es llama perenne que sangra aferrada recordando
aquello que no morirá” y allí se iba esa canción esta obra la he querido
llamar “Exilio” en nombre de esa canción que tanto significo en nuestras vidas
y que narra las vivencias que nos mantuvo unidos, no solo dominicanos, sino
chilenos, argentinos, nicaragüenses, es el más profundo homenaje que puedo
rendir a todos cuanto nos acompañaron hasta 1979, durante la noche de nuestro
destierro.
La Autora
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