En muchas ocasiones
inicie un dialogo con mi padre sobre los acontecimientos de abril de 1965, tal
vez por mi condición de periodista yo era la más curiosa de sus hijos en
escudriñar entre esos episodios gloriosos de su vida.
El fue un oficial de la
aviación de contextura muy delgada, espigado y con una cabellera poblada de
cabellos blancos que no significaban vejes pues habían aparecido prematuramente
desde su juventud, con una mirada profunda que recordaba el chocolate verde de
los
Almendros floridos y
que cambiaban de color de según su humor.
El empezaba a recordar
aquellos episodios de la guerra y la emoción lo invadía casi mente ahogándolo,
yo trataba de poner en orden las ideas y ponerlas en un orden cronológico, pero
el recordaba y recordaba uno y otro acontecimiento y al final nunca quedábamos
de acuerdo, pero al final volvíamos y lo
intentábamos una y otra vez, en esa época crei que mi padre era eterno, pero el
tiempo se nos fue, pero al final el resultado de esos días es este trabajo, que
el no pudo tener en sus manos.
El 24 de abril él
estaba en casa ya que no estaba involucrado directamente en la conspiración y
que según conto tanto a él como a otros les tomó por sorpresa, pues el golpe no
estaba planificado para ese día sino para el lunes 26 de abril.
Según me relato mi
padre;
“Los
primeros días de la revolución se fueron rápido de conversación en
conversación, el CEFA pedía una junta cívico militar en tanto que los
constitucionalistas nos opusimos a esa idea.”
El martes 27 de abril
como a las 10:00 de la mañana los P-51 estaban bombardeando la sede del
gobierno, allí murió un diputado del PRD cuyo nombre no me preciso.
“si
no se hacia un acuerdo entre las tropas de Wessin y los constitucionalistas,
iban a bombardear todos los objetivos militares, a las 3:00 de la tarde, como habían anunciado
ya los P-51 estaban sobrevolando el campamento y soltaron ráfagas”.
Ese mismo día en la
mañana ya habían bombardeado Radio Televisión Dominicana y se produjo el gran
bombardeo al puente Duarte.
BOMBARDEO
PUENTE DUARTE
Junto a otros pilotos
mi padre tomo su P-51 y abastecieron en Santiago de los Caballero, secuestraron
las 4 aeronaves y volaron posteriormente a Puerto Rico, para evitar seguir
masacrando al pueblo indefenso y de esta manera asestaron un duro golpe a las
tropas de San Isidro. (El volvería más tarde en la clandestinidad para
continuar la lucha.
En otra ocasión, me
narro los acontecimientos del 25 de abril.
“El
mayor Hernando Ramírez avanzo con un centenar de soldados hasta el centro de la
ciudad, a todo esto ya habían militares ocupando los techos con ametralladoras
antiaéreas y el estado mayor continuaba preso en el campamento 16 de agosto,
hasta el día 26 cuando lograron su libertad”
El recuerda que la
noche del 24 de abril Caamaño logro salir y se llenó de gloria al enfrentar a
las tropas de Wessin en el puente Duarte.
“Ramírez estaba muy
enfermo al inicio de la revolución, creo que tenía hepatitis o algo así, traspaso el mando muy temprano en
la mañana del 27 de abril a Francisco Alberto Caamaño quien paso entonces a
convertirse en el jefe militar de la revolución.
El día anterior es decir el 26 de abril el
depuesto presidente Donald Reid Cabral se entregó al alto mando
constitucionalista por su parte Ramírez designó una comisión compuesta por
Caamaño y Montes Arache, paso a recibir el poder de parte de Reid Cabral,
conociendo la noticia, el pueblo se integró masivamente a la revolución liderada
por los militares constitucionalistas y
es allí cuando se produce el asalto a la fortaleza Ozama, donde los civiles
lograron armarse, al principio como era lógico, hubo algunas dificultades y
recelos entre los militares, pero ante una inminente intervención armada por
las tropas norteamericanas nos obligó a estar unidos”